LA ESTACION
Por
Real Orden de 21 de Diciembre de 1861 fue aprobado el pliego de
condiciones particulares; el 27 del mismo mes y año fue aceptada
por los concesionarios de la línea, Joaquin Caballeroy Piñeiro,
Domingo Fontán e Inocencio Vilardebó; por R.O. de 2 de Enero de
1862 se otorgó concesión. La condición 6ª del mencionado pliego
dice textualmente: “Se establece Estaciones en
Santiago,Ortuño,Rivasar,Padrón,inmediaciones de Puente
Cesures,Catoira,Carril,y otra entre Santiago y Ortoño. No podrá la
empresa establecer mas Estaciones o variar la situación de las
indicadas, sin autorización del Gobierno,pero este se reserva la
facultad de obligarla a situarlas donde lo tenga por conveniente y
aumentar su número”.
Cuando
se autorizó la apertura a la explotación de la línea,21 de Junio
de 1873, lo fue con autorizaciones provisionales, con la obligación
por parte de la empresa de tener concluidas las Estaciones
definitivas incluso la de Santiago el 15 de Mayo de 1874; se fijó
también un plazo de tres meses para presentar el proyecto de la
Estación de Santiago,al tiempo que se dispuso,con respecto a la
construcción, que esta debería comenzar antes del 31 de Diciembre
de 1873. Dicho plazo comprendía también a la Estación de Carril.
La
Estación provisional situada en Cornes pertenecía al termino
municipal de Conjo,distando 400 metros del lugar elegido en
principio para situar la Estación definitiva, y esto ya constituía
una vulneración del pliego de condiciones,amén de las eternas
promesas que siempre se realizaron de situar una Estación en el
termino municipal de Santiago. La absorción del ayuntamiento de
Conjo por Santiago en 1925 es mas que probable que se debiese
precisamente a la estación todavía existente en Cornes.
La
Dirección General de Obras públicas, por orden del 9 de Septiembre
de 1873 consintió la apertura de la línea cediendo a la presión de
la propia realidad existente,esto es, la línea ya construida de
Cornes a Carril. No contaba con placas giratorias en las estaciones
terminales pero aun así la autorización de apertura no tuvo reparos
de importancia.
La
división para la supervisión ferrovíaria para la zona Norte estaba
emplazada en Leon; ya desde 1874 se venían realizando inspecciones a
la línea que eran transmitidos a la compañía del Compostelano. En
Febrero de 1875 se le comunica al Ingeniero Jefe de la División de
Leon que emita un informe sobre el estado general de la línea,que
obras,accesorios y material de todas clases faltaba para terminar
toda la línea,incluso la Estación definitiva de Santiago. Estos
informes se irán repitiendo con cierta asiduidad sin resultado
alguno.
Foto. Estacion de Cornes el dia de la Inauguracion de la linea,litografia coloreada.
Tambien el Ayuntamiento de Santiago apremiaba a la compañía para emplazar cuanto antes la Estación en su territorio. En 1864 el Consejo de Administración envió Memoria y plano referente al emplazamiento y su trayecto; las vicisitudes socio-políticas-económicas posponen el proyecto y no se vuelve sobre el mismo hasta el año 1872 cuando reanudadas las obras el Ayuntamiento requiere al gerente sobre el particular. Vilardebó, muy ducho ya en la materia, comienza un dialogo con el Consistorio con el fin de arrancar algun compromiso financiero y,por otra parte, sabiendo las dificultades de aquel, retrasar lo máximo posible unas obras para las cuales se carecía de presupuesto. El asunto pasó a Comisión el 20 de Agosto de 1872. Al año siguiente,10 de Marzo, el Consistorio insta al gerente a que informe el punto exacto de la Estación con objeto de ver el trazado hasta la ciudad; dadas las presiones de los habitantes y comerciantes de la ciudad que eran apoyados por el Ingeniero Jefe de Inspección,se decide convocar una reunión entre las partes el dia 18 de Mayo. De resultas de la misma se elabora un Dictamen.
En el mismo se expone los tres emplazamientos a estudio. El primero, es el fijado por Rumball contenido en el proyecto de concesión; situaba la estación a la izquierda de la calle del Horreo,casi contigua a las huertas correspondientes a las casas de Pitelos, cuya distancia a la Aduana era de 300m.
El segundo, era el diseñado por el ingeniero Mayes que situaba la estación al final de los Agros da Carreira por la parte posterior de las casas da Rapa da Folla y a la izquierda de la calle Nueva. Pero este proyecto se encontraba con varios inconvenientes de no muy fácil solucción, tanto si se optaba por la derecha ---carretera de Pontevedra y camino de conjo-- o por la zquierda ---requería la expropiación de 4 casas en el Horreo--- la distancia era de 500m.
Y Tercero. Dejarla en Cornes! La empresa optaba por esta.
Indudablemente esta ultima opción fue rechazada de plano indicando que vulneraba la propia Ley de concesión de la línea,lo cual era cierto en ese momento. Y tambien, y esto no es baladí, el Ayuntamiento se oponía a que se quedase en Cornes dado que pertenecía a Conjo lo que ocasionaba un detrimento patrimonial por razón de los impuestos a recaudar; y por último, se señalaba que el terreno indicado era exiguo, cosa que tambien era cierta. Por lo tanto exige que se levante la Estación en el Horreo.
Para rebatir estos argumentos Vilardebó exhibia la aprobación del Gobierno a sus modificaciones, claro que ignoraba que lo fueron para eliminar algunas pendientes y obras mayores, pero nunca para el emplazamiento de partida de la línea. En todo caso, si no se permitía en Cornes, se optaba por el proyecto de Mayes. Don Inocencio en estado puro.
Para no soliviantar mas los ánimos Vilardebó remite escrito al Consistorio en tono conciliador proponiendo una Comisión! formada por tres individuos de cada una de las partes invitando a la Sociedad Económica. El Ayuntamiento acepta la propuesta en sesión del 9 de Julio de 1873. Como era de prever solo eran palabras y reuniones que no conducían a nada. Al año siguiente se vuelve a formar dicha comisión con otros integrantes (11 de febrero de 1874).
Foto. Estacion de Cornes el dia de la Inauguracion de la linea,litografia coloreada.
Tambien el Ayuntamiento de Santiago apremiaba a la compañía para emplazar cuanto antes la Estación en su territorio. En 1864 el Consejo de Administración envió Memoria y plano referente al emplazamiento y su trayecto; las vicisitudes socio-políticas-económicas posponen el proyecto y no se vuelve sobre el mismo hasta el año 1872 cuando reanudadas las obras el Ayuntamiento requiere al gerente sobre el particular. Vilardebó, muy ducho ya en la materia, comienza un dialogo con el Consistorio con el fin de arrancar algun compromiso financiero y,por otra parte, sabiendo las dificultades de aquel, retrasar lo máximo posible unas obras para las cuales se carecía de presupuesto. El asunto pasó a Comisión el 20 de Agosto de 1872. Al año siguiente,10 de Marzo, el Consistorio insta al gerente a que informe el punto exacto de la Estación con objeto de ver el trazado hasta la ciudad; dadas las presiones de los habitantes y comerciantes de la ciudad que eran apoyados por el Ingeniero Jefe de Inspección,se decide convocar una reunión entre las partes el dia 18 de Mayo. De resultas de la misma se elabora un Dictamen.
En el mismo se expone los tres emplazamientos a estudio. El primero, es el fijado por Rumball contenido en el proyecto de concesión; situaba la estación a la izquierda de la calle del Horreo,casi contigua a las huertas correspondientes a las casas de Pitelos, cuya distancia a la Aduana era de 300m.
El segundo, era el diseñado por el ingeniero Mayes que situaba la estación al final de los Agros da Carreira por la parte posterior de las casas da Rapa da Folla y a la izquierda de la calle Nueva. Pero este proyecto se encontraba con varios inconvenientes de no muy fácil solucción, tanto si se optaba por la derecha ---carretera de Pontevedra y camino de conjo-- o por la zquierda ---requería la expropiación de 4 casas en el Horreo--- la distancia era de 500m.
Y Tercero. Dejarla en Cornes! La empresa optaba por esta.
Indudablemente esta ultima opción fue rechazada de plano indicando que vulneraba la propia Ley de concesión de la línea,lo cual era cierto en ese momento. Y tambien, y esto no es baladí, el Ayuntamiento se oponía a que se quedase en Cornes dado que pertenecía a Conjo lo que ocasionaba un detrimento patrimonial por razón de los impuestos a recaudar; y por último, se señalaba que el terreno indicado era exiguo, cosa que tambien era cierta. Por lo tanto exige que se levante la Estación en el Horreo.
Para rebatir estos argumentos Vilardebó exhibia la aprobación del Gobierno a sus modificaciones, claro que ignoraba que lo fueron para eliminar algunas pendientes y obras mayores, pero nunca para el emplazamiento de partida de la línea. En todo caso, si no se permitía en Cornes, se optaba por el proyecto de Mayes. Don Inocencio en estado puro.
Para no soliviantar mas los ánimos Vilardebó remite escrito al Consistorio en tono conciliador proponiendo una Comisión! formada por tres individuos de cada una de las partes invitando a la Sociedad Económica. El Ayuntamiento acepta la propuesta en sesión del 9 de Julio de 1873. Como era de prever solo eran palabras y reuniones que no conducían a nada. Al año siguiente se vuelve a formar dicha comisión con otros integrantes (11 de febrero de 1874).
Si
la Estación no se construyó como estaba previsto y proyectada fue
simplemento por falta de recursos económicos.
El
Compostelano era una línea privada;de capital privado;en un
principio sin subvención alguna. Su construccón fue en base
fundamentalmente al crédito conseguido y su apertura al tráfico
fue... un milagro!.
En
las oficinas de Mould se encontraban los planos y proyectos no solo
de las Estaciones de Santiago y Carril, sino también, el tramo al
puerto y los almacenes y talleres que estaban destinados a ser
construidos en Carril. En 1875 se podía leer en la Refutación a la
Memoria escrita por Mould: “Hace años que el Sr. Vilardebó ha
visto en mis oficinas terminados algunos de esos proyectos. Allí
permanecen a disposición de quien quiera examinarlos; y si no se han
presentado a la aprobación del Gobierno,ha sido porque la Compañía
carece de recursos para la ejecución de las obras”.
Sin
embargo, Vilardebó en una muestra mas de megalomanía hacía
partícipe a la Junta de Accionistas en ese mismo año: “No perdonaremos medio
alguno a fin de conseguir que estos proyectos lleguen a realizarse
tan pronto reciban la aprobación superior”. No sé en quien
estaría pensando el Sr.Vilardebó, pero la Estación la inauguró
Francisco Franco.
Cuando
se inauguró la línea se construyó un pequeño edificio de madera
que pasaría a ser llamada “la estación” de Cornes; antes de que
la piqueta o el fuego, no está demasiado claro, acabase con ella y
se construyera otra en el mismo lugar, si bien con otros materiales
mas perdurables; hacía tal edificación las veces de almacen,
oficina y despacho de billetes pero las crónicas hablan de un estado
lastimoso,sucio y demasiado pequeño.
Foto. Estacion de Cornes en 1905.
Mientras tanto las fuerzas vivas de la ciudad,con la alcaldía al frente, se propusieron que la empresa construyera la ansiada estación. La empresa,también llamada popularmente,”te-bes” un acrónimo muy particular a partir de The West Galicia Railway Company Limited, (&) dio largas al asunto con tanta presteza que la estación no sería jamas construida; nunca mientras existio la línea en manos de empresa privada. Como fue capaz de ir sorteando toda clase de presiones es algo que solo los mas avezados son capaces de comprender.
Foto. Estacion de Cornes en 1905.
Mientras tanto las fuerzas vivas de la ciudad,con la alcaldía al frente, se propusieron que la empresa construyera la ansiada estación. La empresa,también llamada popularmente,”te-bes” un acrónimo muy particular a partir de The West Galicia Railway Company Limited, (&) dio largas al asunto con tanta presteza que la estación no sería jamas construida; nunca mientras existio la línea en manos de empresa privada. Como fue capaz de ir sorteando toda clase de presiones es algo que solo los mas avezados son capaces de comprender.
(&)
Tras la marcha de Mould el Compostelano es autorizado a cambiar de
nombre,que pasaría a llamarse”The Coruña Santiago and Pennsular
Railway” y por R.O. del 27 de Diciembre de 1895 se le autorizó
volver a cambar de nombre por el de “The West Galicia Railway
Company Limited”.
Para
llegar a comprender lo acaecido contamos con tres fuentes originales
y protagonistas del hacer; de un lado al propio Ayuntamiento de
Santiago, de otro los diversos ministerios de obras públicas,en sus
secciones de ferro-carriles y,sobre todo,una vez mas, de los
tribunales de justicia. Pero vayamos quedos; el 24 de Febrero de
1876 el ingeniero Jefe de la Zona de León emite informe desfavorable
sobre la situación de la Estación, ya que el lugar destinado en un
principio para ella no era el mas adecuado a tenor de los futuros
enlaces con otras líneas proyectadas. Eran estas las líneas que
unirían Santiago-Coruña y Santiago-Orense.
En
1881 el Ayuntamiento en unión con los comerciantes y empresarios de
Santiago instan a la empresa para que el emplazamiento de la futura
estación sea situada en el lugar denominado “El Horreo”; pero
este emplazamiento tampoco contó con el visto bueno del ingeniero
Jefe. Sin embargo mantuvo unas reuniones,en Mayo, con el nuevo
gerente, llegándose a un principio de acuerdo y que situaría la
estación a cien metros de la carretera de Orense,320 metros antes de
Puente pedriña; pero solo fue un desacuerdo mas.
En
1899 se crea otra Comisión formada por Ayuntamiento, la Sociedad
Económica de Amigos del Pais, y por la Cámara de Comercio; la
presidencia de dicha Comisión recayó en el Alcalde de Santiago Sr.
Marques de Casa Pardiñas. No obtuvo éxito alguno.
Foto. D.Ramon Sanjurjo Pardiñas Marques de Casa Pardiñas.
Foto. D.Ramon Sanjurjo Pardiñas Marques de Casa Pardiñas.
Como
el tema de la estación no se resolvía se pasó de los oficios,
encuentros o negociaciones a otros planos que rayaban la mala
educación. Conserva el Ayuntamiento de Santiago un escrito remitido
al Ministro de Agricultura,Industria,Comercio y Obras Públicas donde
podemos leer textualmente lo que sigue:
” la cabeza de la línea es atendida por una indecorosa barraca, de feisimo aspecto, construida de tablas y cubierta de fieltro impermeable, barraca que las aguas innundan con frecuencia,que no puede servir de refugio al público ni aún a los empleados, y en las que solo se hacen algunas reparaciones cuando la necesidad las impone imperiosamente. La vituperable desconsideración y el menosprecio favorecida por la tolerancia,que esto revela, viene disfrutando la empresa durante tantos años se agrava por el estado en que se halla la estación; sin otra luz que la lámpara de petroleo que hace resaltar mas lo sombrío y siniestro de aquellas dependencias”.
” la cabeza de la línea es atendida por una indecorosa barraca, de feisimo aspecto, construida de tablas y cubierta de fieltro impermeable, barraca que las aguas innundan con frecuencia,que no puede servir de refugio al público ni aún a los empleados, y en las que solo se hacen algunas reparaciones cuando la necesidad las impone imperiosamente. La vituperable desconsideración y el menosprecio favorecida por la tolerancia,que esto revela, viene disfrutando la empresa durante tantos años se agrava por el estado en que se halla la estación; sin otra luz que la lámpara de petroleo que hace resaltar mas lo sombrío y siniestro de aquellas dependencias”.
Pero
no era solo la tragicómica descripción de la mal llamada Estación
sino que se explayaban en otras consideraciones:
“sin alumbrado público en el trayecto que separa el edificio de los límites del Ayuntamiento de Santiago y que las lluvias que dominan en el país,convierten con frecuencia el lugar en pantanoso e intransitable; ademas es una zona en la que no alzanza la jurisdicción de las autoridades de la ciudad que pueda ejercer una eficaz vigilancia y emplear los recursos de la policía”
“sin alumbrado público en el trayecto que separa el edificio de los límites del Ayuntamiento de Santiago y que las lluvias que dominan en el país,convierten con frecuencia el lugar en pantanoso e intransitable; ademas es una zona en la que no alzanza la jurisdicción de las autoridades de la ciudad que pueda ejercer una eficaz vigilancia y emplear los recursos de la policía”
Luego
de ennumerar las continuas y reiteradas RR.OO. emitidas hacían un
llamamiento al ministerio para que,de nuevo,obligase a la empresa a
cumplir con lo pactado en el famoso pliego de condiciones.
No
dejaba de ser uno mas de los muchos que el Ayuntamiento emitiría en
el mismo sentido.
Tras
innumerables reclamaciones a la compañía se llega a la R.O. del 15
de Enero de 1901 ordenandole a la compañía que presente proyecto
para la construcción y dar cumplida cuenta a lo estipulado en la
concesión primigenia. Al año siguiente,nueva R.O. en Febrero de 1902, del
mismo tenor.
Mientras
tanto la empresa daba largas aduciendo o bien que el emplazamiento no
era el adecuado o, que no estaba obligada a construir el kilometro de
más hacia el lugar señalado. La Embajada inglesa tercia en el
asunto y ruega al Gobierno de España atendiera los argumentos y
alegaciones de la empresa; hecho este que no paso desapercibido,sobre
todo para el periódico “El Eco” de Santiago que llego a señalar
que la ciudad era un apéndice ingles.
Otra
R.O. ,esta en Marzo de 1905, que fue ratifcada por otra en Octubre de
ese año, ratificando la construcción de la estación en el lugar de
“El Horreo” y esta vez contando con el beneplácito de la
división de ferro-carriles. Esta R.O. fue recurrida por la empresa
en vía contenciosa-administrativa siendo resuelta por auto el 13 de
Mayo de 1908;en la misma el Tribunal Supremo se declaraba
incompetente de su jurisdicción al estimar que eran facultades
discrecionales del Gobierno ateniéndose al pliego de condiciones de
la concesión primitiva de la línea,en concreto al punto 6ª del
mismo; el fallo de la Sala del Tribunal Supremo hacía suya la
propuesta del Fiscal. Indudablemente se emitió nueva R.O.
paralizando todo el procedimiento.
En
1914 hay otro principio de acuerdo negociado entre el Ayuntamiento y
la empresa que se basaba en tres puntos: 1º- Que se emplazase en
Puente Seca y que el Ayuntamiento y el comercio de la ciudad se
comprometían a subvencionar a la empresa con 100.000 pesetas.
2º- De no aceptarse esta, se construyese una nueva en Cornes,pero a condicion de que la empresa hiciese una línea de tranvía electrico hasta la Fajera; subvención de 15.000 pesetas.
2º- De no aceptarse esta, se construyese una nueva en Cornes,pero a condicion de que la empresa hiciese una línea de tranvía electrico hasta la Fajera; subvención de 15.000 pesetas.
Y
3º- Si no aceptaba ninguno de los anteriores que se construyese en
Cornes la misma que estaba proyectada para Puente Seca.
Mr.
Trulock envió las propuestas a Londres y a los dos días comunicó
que se aceptaba la tercera de las propuestas. En realidad daba igual
cualfuese de las tres. No había intención de construir nada. Al menos por parte de Trulock.
En
1916 el Ayuntamiento de Santiago dirige una proclama a las Cortes,que
hace pública,donde ademas de exponer sus razonamientos acusa con
saña a la empresa “extranjera de oponerse tenaz y temerariamente a
las justas aspiraciones de este pueblo,modelo de cordura y sensatez,
que por ahora no se dejó seducir por los procedimientos harto
violentos que se han utilizado para obtener análogos resultados” y
es que el tema encendía los ánimos.
Pero
unos nuevos actores,de parte, se sumaron a la empresa; y estos no
eran otros que los comerciantes que se habían posicionado alrededor
de la estación de Cornes y que ahora temían dejar aquel
emplazamiento con la consiguiente pérdida de negocio. Lo que
enfurecía indubitablemente a otra buena parte de la ciudad de
Santiago. Así que vuelta a empezar con los tramites y las
presiones. Redoblados estos,desempolva la empresa un anacrónico
suceso; y no era otro que la promesa hecha por la Diputación de la
Coruña de los famosos 500.000 reales comprometidos y que la empresa
venía consignando religiosamente en su Haber,año tras año; y así
lo hizo saber J. Trulock en una misiva remitida al Ayuntamiento de
Santiago con el número 4268 del registro de la compañía. Esta
nueva argumentación venía acompañada por otra en la que solicitaba
que,si era obligada a construir el kilometro que faltaba hasta “El
Horreo” debía ser considerado como nueva concesión y,por lo
tanto,debería venir acompañada de una subvención. Esto trajo
parejo nuevos dictamenes, oficios e informes y,por supuesto,una nueva
R.O. Así fue,con fecha ya de Octubre de 1923 se desestimó las
pretensiones de la empresa,ratificando el emplazamiento e urgiendo a
su construcción dándole el plazo de un mes para construir la
estación,al tiempo que le advertía que,de no hacerlo,lo haría el
Gobierno por cuenta de la Empresa.
Mientras
tanto tuvo lugar una verdadera batalla de informes firmados por los
comerciantes de uno y otro Ayuntamiento; cada bando exponía las
ventajas e inconvenientes de situar la estación en un punto u en el
otro sin que se avanzase en nada.
Vuelve
otra vez el ingeniero Jefe de la zona a presentar informe y esta vez
aduciendo que construir una nueva estacion a 400 metros una de otra
no trae ventaja alguna y sí muchos inconvenientes y gastos,tanto
para las distintas administraciones como para la propia empresa
explotadora de la línea. Del mismo parecer es el informe emitido por
el Gobernador Civil de la provincia y,en vista de ambos,el
ministerio de Obras Públicas emplaza a la empresa a construir una
estación nueva en Cornes!! El dictamen está firmado en Agosto de
1924.
Foto. Estación de Cornes que sustituyó a la de madera;esta a su vez lo sería por la actual de Santiago.
Foto. Estación de Cornes que sustituyó a la de madera;esta a su vez lo sería por la actual de Santiago.
En 1919 fallecía Jhon Trulock lo que sumio a la empresa en una nueva
crisis resuelta,en parte, en Enero de 1928 tras suscribir un acuerdo entre la "The West Galicia Railway Cº Ltd" y la MZOV para su adquisición por esta última y posterior liquidación. En esta fecha la compañía regentaba dos concesiones: Santiago a Carril y Pontevedra a Villagarcia.
Un año mas tarde es esta absorvida por la Compañía Nacional de Ferrocarriles del Oeste de España y,tras la guerra civil, se crea la Renfe que aglutinará todo el trazado ferroviaro español.($)
Un año mas tarde es esta absorvida por la Compañía Nacional de Ferrocarriles del Oeste de España y,tras la guerra civil, se crea la Renfe que aglutinará todo el trazado ferroviaro español.($)
La
estación en Santiago como quedó reseñado se inauguraría conjuntamente con la
línea Santiago-Coruña. Y si, la inauguró una instancia superior.
Foto. Estacion de Santiago el dia de la inauguración. Periodico ABC.
($). El coste de la absorción supuso la entrega de 14.076 acciones de MZOV contra 42.228 acciones de la “The West Galicia Railway Company Limited” y 8.380 obligaciones preferentes de la cartera de MZOV contra 104.752 £ de su deuda preferente referenciada en Debenture Stock. MZOV emitió 5.000 acciones nuevas para completar las necesarias para el canje, estas actuaciones financieras fueron autorizadas en las Juntas Generales Extraordinarias de accionistas y de tenedores de obligaciones primitivas que se celebró el 11 de enero de 1928.
Impresionante trabajo Felicidades.
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