INCAUTACION
DE LA LINEA.
Las
relaciones entre el gerente Sr.Vilardebó y el constructor Mould se
fueron deteriorando con el paso de los días; se produjo una
incautación accionarial el 8 de Febrero y subsiguiente incautación de la línea el 11 de Junio de 1875 cuyas consecuencias serían
funestas para todos los implicados . El constructor se quedaría sin
la línea en la que tanto empeño puso durante una larga
década;Vilardebó nunca pudo sacar los rendimientos financieros que
tanto ansiaba ni disfrutar de crédito alguno;;la Estación de
Santiago jamas sería construida por la compañía del
Compostelano;Galicia perdería una empresa al pasar a los nuevos
propietarios ingleses que se dejarían una buena cantidad de sus
dineros.
Para
desenmarañar todas las conductas,los enredos y los vericuetos tanto
jurídicos como contables,morales u éticos,en una verdadera batalla
en todos los campos, disponemos de algunos documentos fundamentales y
de primer orden,donde se reflejan de primera mano, conductas y
pareceres.
En
tal sentido,contamos con la Memoria impresa de la compañía
celebrada el 17 de Septiembre de 1875 y, a raíz de esta,la
“Refutacion a la Memoria de 1875” escrita por Mould donde expone
con todo lujo de detalles los hechos acontecidos y aun algunas otras
circunstancias penosas, ocultas hasta entonces tanto para el público
en general como para los Accionistas,miembros del Consejo de
administración,fuerzas vivas de la región o simples ciudadanos
esperanzados con el nueva vía del ferro-carril. Pero también
contamos con el valor inestimable de las Sentencias emitidas por los
Juzgados de Santiago de Compostela, por la Audiencia de la Coruña y
por el Tribunal Supremo.
Es
cierto que a Mould le asistían las leyes,y Vilardebó contaba con
los poderes políticos mas o menos afines que de manera hábil había
manejado durante muchos años; contaba también ahora con el apoyo
de unos financieros ingleses que estaban dispuestos a apoyarle, al
menos en los primeros momentos. Mould por su parte sufrió agrias
traiciones, deserciones de algunos empleados claves y las mentiras y
maquinaciones de unos personajes dispuestos a todo.
La
“Refutación a la Memoria de 1875” consta de 76 páginas,un post
scriptum y una doble página donde se refleja el estado de la
compañía concesionaria del ff.cc. Compostelano en 31 de Diciembre
de 1874.
Comenzaba
dirigiéndose al lector con un pequeño verso de Jovellanos:
“...pero
huyose el pudor
a
vivir en las cabañas”.
Mould
justifica el escrito en la necesidad de denunciar a la opinión
pública, a los Accionistas y al pueblo de Galicia, la iniquidad
cometida con él y por el ataque a su honradez y a su crédito por
parte del gerente del Consejo de Administración en el conciliábulo que había
tenido lugar el 8 de Febrero. Está escrito en un tono critico, con
un cierto poso de ironía que discurre paralelo a la descripción de
los hechos;de cuando en vez se permite una sonora sonrisa tan solo
apagada por el tremendo daño que todo aquello le estaba
causando,sintiéndose traicionado,pero sin que la amargura corrompa
sus asertos.
Expone
señalando los arts.1 y 2 de los Estatutos de la compañía en donde
se recoje con preclara notoriedad a quien pertenece la construcción
y explotación de la vía; y que debe recibir este por aquellos
trabajos. En otro de los puntos señalados enmarca los esfuerzos
financieros que tuvo que realizar señalando el préstamo del 10 de
Agosto de 1865 en escritura pública y a este respecto señala: "Que
siendo un engaño la suscripción del país,y faltando con ella la
base del capital social,se halló esta en insolvencia. No pudo pagar
al constructor. No le ha pagado. ¡Ni siquiera habría podido darle
los terrenos donde se construyó la vía,si él mismo no hubiese
prestado el dinero para la expropiación!!”
En
otro de los puntos deja entrever como se tejió una maraña de
engaños, de promesas incumplidas o de palabras vanas y sin
fundamento y, en base a aquellas, aceptó la construcción de la vía
hasta comprobar que aquel entusiasmo e interés en el país para tal
empresa no existía teniendo que realizar él mismo el mayor de los
esfuerzos hasta comprometer su propio crédito y reputación.
El
siguiente punto que trata Mould es sangrante y nada mejor que sus
propias palabras impresas para señalar los hechos acaecidos,dice:
“..si el constructor ha debido y aun debe a sus prestamistas,culpa
es de la Compañía del ff.cc. Compostelano , deudora a dicho
constructor de grandes sumas. Y no será lo mas grave que no puedan
pagarle,sino que los administradores pretendan negarle el pago;que le
rehúsen la liquidación de su haber,y el abono de daños y
perjuicios”.
Para
que se pueda entender como se produjo la incautación debemos
remitirnos constantemente a los Estatutos,o la vulneración de los
mismos por parte del Consejo,esto es ,por el gerente y, de otra, las
artimañas utilizadas para retorcer aquellos al libre albedrío de
Vilardebó.
La
Junta general debería reunirse en Marzo de 1874,período en el cual
el gerente estaba ultimando los acuerdos con los ingleses en Londres; a
requerimiento de Mould que acude a las instancias políticas
definidas se requiere al Consejo por R.O. que la Junta debe reunirse
cuanto antes. Indudablemente Vilardebó no se da mucha prisa y el
Consejo se reúne el 30 de Diciembre de 1874;la sesión fue tensa y
acalorada. Se acordó que las Acciones presentadas por A.Wilson en un
escrito que este había enviado al gerente el 28 de Diciembre serían
aceptadas y que por lo tanto se convocaría Junta General
Extraordinaria basándose en el Art.38 de los Estatutos. Unos días
mas tarde,el 4 de Enero se volvió a reunir el Consejo,estando
presentes el tal Wilson y los demás miembros del Consejo,dándose
cuenta en el mismo, que no encontraban impedimento para celebrar la
susodicha Junta General como se había solicitado;pese a la oposición
de Mould y C. Bertorini la Junta fue convocada para las 11 de la
mañana del día 8 de Febrero de 1875.
¡8
de Febrero! cuando ya se había destapado,como luego veremos,la usurpación
de las Acciones de Mould en Londres. En la Junta
se toma el acuerdo de velar por la explotación de la línea,
aduciendo las innumerables quejas,entre ellas el atraso en el pago de las nóminas a los empleados de la compañía,y, por lo tanto, separar al constructor de la
explotación de la misma. Indudablemente Mould impugnó todos y
cada uno de los acuerdos de la Junta,hasta en siete ocasiones, ante
el representante del gobierno,esto es,el Gobernador Civil de la
Coruña,a la sazón, el Sr. Conde de San Juan.
Las
constantes protestas de Mould al Gobernador Civil no tienen efecto
alguno,entre otras razones porque el Gobernador tenía intereses
propios en la compañía y había formado parte del Consejo de
Administración del Compostelano,siendo reelegido mas de una vez.
Para
conseguir destituir a Mould hizo falta la traición del depositario
de una parte importante de la Acciones que le tenía confiadas bajo
fianza de los créditos solicitados.
¡Pero
cometen un ligero y lamentable error!.
Las
Acciones deberían ser subastadas en Londres el 22 de Diciembre de
1874 a las dos de la tarde,pero el representante de tales Acciones se
presentó en Santiago el 8 de Diciembre exigiendo la convocatoria de
una Junta general. Y así es recogido en la sentencia del Tribunal
Supremo como antes lo fue en la dictada por la Audiencia de la Coruña
en 1877;con referencia a lo reseñado leemos el considerando
respectivo,que dice:”resulta probado que la mayor parte de las
Acciones depositadas por Wilson son de las que Mould dio en prenda a
la Sociedad Crédit Foncier y que esta las remató públicamente en
Londres el 22 de Diciembre de 1874 de donde se sigue la
imposibilidad de que el 8 del mismo mes de Diciembre catorce días
antes de que Wilson se dirigiera a D:Eugenio Montero Rios interesando
la convocatoria de la Junta extraordinaria fuese el primero portador
en el sentido de los Estatutos;se desprende la imposibilidad de que
Wilson poseyese legítimamente las acciones el 28 señalado,cuando
consta señalado por certificación, que el vapor “Liber” que
salio de Southanton el día 24 y llegó a Carril el 28 no viniendo
paquete,bulto ni pasajero alguno”. Aunque mas adelante nos
ocuparemos de esta Sentencia firme del Tribunal Supremo era
aconsejable reflejar aquí como se produjo de forma efectiva el
despojo de las Acciones de Mould.
Ante
la incredulidad general de parte del Consejo al comunicar Mould tal
hecho,Vilardebó rehace la petición el día 28, comunicando en la
misma que están depositadas cuatro mil Acciones, que eran las
exigidas por el Art.38 de los Estatutos de la Compañía. Si bien
estas todavía seguían en Londres y el citado art.38 señalado por
el gerente dice, “que posean juntos cuatro mil Acciones con dos
meses de antelación”.
Mould
requiere la aplicación del art.32 acompañado del Consejero
Sr.Casares solicitando por escrito le comunique el Secretario
D.Antonio Vilas las papeletas de autorización de aquellos
Accionistas poseedores de mas de 10 Acciones,pero este se negó a
entregarle dicha información. Las protestas ante el Presidente del
Consejo por escrito también resultaron inútiles,negándose este a
los requerimientos que se le hacían y dando respaldo a las
decisiones del gerente. El Presidente era Montero Rios un especulador mas preocupado por sus propios intereses que por cumplir lo estipulado.
El
siguiente paso se dio el 5 de Marzo; ese día argumentado supuestas
ordenes del Gobernador,se incautó la recaudación de las Estaciones
de Cornes y Santiago que representaban casi la mitad de lo recaudado
por toda la línea.
Presenta
querella el día 13 de marzo,y otra queja al juez por la actitud
del gerente al amenazar a los empleados de la línea;en este sentido
el juez de 1ª Instancia de Santiago –Jose Cardalba --- en una
providencia del 30 de Marzo le comunica a Vilardebó que “obedezca
y cumpla religiosamente lo que se le ha prevenido bajo
apercibimiento.”
No
surte efecto alguno ignorando el pronunciamiento del juez.
Mientras
Mould seguía por los vericuetos de los Tribunales,abogados y
procuradores, Vilardebó logra vencer la resistencia del jefe de
explotación de la línea,hombre de confianza de Mould, y pone en
manos del gerente los fondos procedentes del contrato que aquel tenía
con las empresas de diligencias,el resto de la estaciones y el
personal de la compañía. Es el 11 de Junio, la empresa le es
arrebatada.
Los
fondos que tenía Mould disponibles para el pago de su personal los
había conseguido negociando con las compañías de diligencias
Ferro-carrilana; Volador de Vigo y Portuguesa. Tuvo que negociar a la
baja pero era imprescindible que consiguiera los fondos requeridos
para el pago de las nóminas atrasadas ya que era otro de los
argumentos de Vilardebó; pero la carencia de escrúpulos hizo que el
Director, ”Su director de explotación” entregase la vía al
gerente, como así consta en la hoja de servicio que en un tono amenazador y concluyente dirige a los empleados, dice así;
“Al
personal de Movimiento: Habiéndose incautado con esta fecha el
Consejo de administración de esta vía férrea de la explotación
general de la línea,ha cesado en un todo la acción de D.Juan S.
Mould. En su consecuencia se abstendrá el personal de la línea de
recibir y menos obedecer orden alguna que diere dicho sr. Mould o
cualquier otro en su nombre. No hay mas entidades legales y por
tanto jefes superiores que el sr.gerente y el sr.Ingeniero director.
A partir de esta fecha tanto el sr. Mould como los srs.Bertorini,
Compton, Zurbano y cuantos hasta aquí han viajado con pase
autorizado por el Sr.Mould quedan convertidos en unos simples
viajeros y separaré sin consideración a la brigada de un tren en
que observare haber viajado algunos de dichos señores sin billete
reglamentario”.
Santiago,11 de Junio de 1875. El ing.Director de la Explotación,Pedro A.de Aranceta.”
Santiago,11 de Junio de 1875. El ing.Director de la Explotación,Pedro A.de Aranceta.”
Este
sería el paso definitivo si bien con anterioridad ya había
intentado el gerente hacerse con la vía,concretamente en
Diciembre,pero esta primera vez Mould fue capaz de resistir al
oponerse buena parte de su plantilla,incluido en esta ocasión su Director de
explotación. De resultas emitió una Orden general de Servicio el
21 de Diciembre de 1874 y otra mas para asegurar su fidelidad unos
meses más tarde; dirigiéndose personalmente comunicaba a sus
empleados en los términos siguientes.
“Orden
General de Servicio. Los varios actos de intromisión cometidos por
el gerente de la Compañía.o por sus delegados en los asuntos de la
explotación y administración de la línea que son de mi exclusiva
competencia,por virtud de un contrato solemne,han producido el
lamentable resultado de introducir la duda y la confusión entre
muchos empleados” Y continuaba esta anunciando...”he acudido al
tribunal competente y al gobierno de S.M. en demanda de protección a
mi derecho;pero creo oportuno también recordar por la presente a
todos los empleados sin distinción,la orden de servicio del 21 de
Diciembre,en que consta la obligación en que se hallan de desatender
toda orden o intimidación que se les dirija por otro conducto,que no
sea el del reglamento vigente aprobado por el gobierno,osea,el de su
superior jerárquico que lo es por delegación mía el Jefe de la
Explotación”
La
orden de servicio contiene el pensamiento de Mould, extensa,
explícita,directa y sin tapujos; va directa al corazón del problema
analiza estos y expone con crudeza los pasos a realizar esperando que
estos sean entendidos y respetados; en tal sentido,añade:
”..que me ha sido muy sensible que por no poder pagarme la Compañía las enormes sumas que me adeuda y por los exiguos rendimientos de la vía se hayan visto los empleados en atraso del percibo de sus haberes. En mi anhelo de remediar este mal,no he escaseado sacrificios y los he puesto al corriente de sus atrasos”.
”..que me ha sido muy sensible que por no poder pagarme la Compañía las enormes sumas que me adeuda y por los exiguos rendimientos de la vía se hayan visto los empleados en atraso del percibo de sus haberes. En mi anhelo de remediar este mal,no he escaseado sacrificios y los he puesto al corriente de sus atrasos”.
Efectivamente,como esta era otra
de las acusaciones que contra él vertía el gerente,Mould hizo un
nuevo sacrificio económico, hasta conseguir que sus empleados
cobrasen lo adeudado,como ya hemos reseñado con anterioridad.
Terminaba esta con un agradecimiento personal por el trabajo
realizado conminándolos a que devolvieran la hoja de servicio
---remitida por duplicado-- debidamente firmada con su enterado y
conforme. La orden tiene fecha del 26 de Marzo de 1875,en Iria
Flavia.
Tras
este asunto se centra Mould, en su "Refutación a la Memoria de 1875”,
en recordar la multitud de contradicciones en las que una y otra vez
cae el gerente Vilardebó en su afán en desacreditarle;en un tono
de fino sarcasmo trae a colación un párrafo de la Memoria del año
1874 que ,en su página 8 manifestaba el gerente a la Junta:
“Si grandes fueron los sacrificios que se impuso el Sr.Mould como constructor del camino no son menores los que arrostra como contratista de la explotación del mismo,porque no obstante los exiguos rendimientos obtenidos y los descubiertos de la compañía en su favor,mantiene la línea perfectamente atendida rivalizando con las mejores de la península y del extranjero,tanto por sus condiciones de viabilidad cuanto por su excelente material móvil” !!! (%)
“Si grandes fueron los sacrificios que se impuso el Sr.Mould como constructor del camino no son menores los que arrostra como contratista de la explotación del mismo,porque no obstante los exiguos rendimientos obtenidos y los descubiertos de la compañía en su favor,mantiene la línea perfectamente atendida rivalizando con las mejores de la península y del extranjero,tanto por sus condiciones de viabilidad cuanto por su excelente material móvil” !!! (%)
Con
este párrafo la claridad de las intenciones de Vilardebó quedan
expéditas y no precisan mayor exposición; no obstante los caminos de
la interpretación se abren en su beneficio.
Pero un nueva vuelta de tuerca se cierne sobre Mould; Montero Rios hace valer con hábiles maniobras su peso en Madrid y así,
se produce un duro revés para los intereses del constructor, lo que
aprovechará hábilmente el gerente; el Gobierno mediante la R.O.
del 16 de Junio decide reconocer lo acordado en la Junta el 8 de
Febrero,dándoles validez a lo acordado y a la espera de lo que
decidan los Tribunales de Justicia. Ante estos hechos recurre Mould
y consigue por R.O. del 30 de Julio que todo vuelva al punto anterior
a la espera de lo que dicten los tribunales de justicia y resuelvan
lo que compete,pero como resulta obvio,el gerente continúa con el
plan previsto,apoyándose en aquella primera resolución.
La
sólida base que se construyó y que sería a la postre la postura
oficial del Consejo de Administración para deshacerse del constructor fue,como
queda dicho,la enajenación de las Acciones,pero apoyada esta en las
quejas por parte de la Inspección del gobierno sobre el estado de la
linea; a esto se fueron añadiendo nuevos argumentos,entre otros,a
que habiendo cesado la construcción de la línea ya no le
correspondía ocupar las dos plazas en el Consejo de la compañía
y,en consecuencia,tanto Mould como Bertorini, fueron apartados del
mismo. Previendo una acción de este tenor por parte del
gerente,Mould había solicitado en una reunión previa a la Junta
general de Febrero,celebrada esta el 4 de Enero,que en tanto en
cuanto no sean declarados nulos por los tribunales la ineficacia del
contrato entre él y la compañía no fuese puesta a deliberación de
la Junta la separación de su representación permanente en el mismo
de los dos votos que le otorgaban los Estatutos.
La
resolución fue aprobada,si bien en la Junta de Febrero fue ignorada.
(%)
El Compostelano fue el único tren de España que no tuvo grandes
accidentes ni siquiera un descarrilamiento en sus primeros quince
años de explotación.
Como
ya hemos señalado Mould curtido en múltiples batallas trataba en
la medida de sus posibilidades adelantarse en todo lo que le era
posible a los movimientos de su adversario; de ahí que solicitase un estudio a un ingeniero ingles que con anterioridad había
inspeccionado la vía para que emitiese un informe sobre su estado y
presentarlo cuando fuese menester,ya fuese a los miembros del Consejo
ya en los tribunales;pero el informe emitido por Mr. William Atkinson
contiene una valiosísima valoración sobre lo que estaba
ocurriendo,pero sobre todo,sobre lo que se le avecinaba a Mould.
Tras informar sobre el estado de la vía y de todo el material
operativo,el ingeniero comunica a Mould no sin extrañeza lo
siguiente: “ El servicio de la explotación se desempeña con
gran regularidad,y las manifestaciones del Gerente serían de todo
punto inexplicables a no existir el deseo por parte del C.F. (1) de
obtener la Posesión de la Línea, no importa por que medios,como así
se desprende de una carta escrita por Sir C.B. al Gerente Vilardebó
en la cual aparece el siguiente párrafo:
<<Confieso
mi parecer de que el Consejo puede,después intervenir por sí y
deshacerse (set aside) de Mr. Mould, con el pretexto (on the ground)
que ha faltado al cumplimiento de su contrato de arrendamiento y
mantener la vía en buen estado,y confío en que el Sr. M. R. hallará
un medio (will see his way) para esta simple solución de la
dificultad>>”.
- C.B. son las siglas de Cecil Beadon presidente de la firma Crédit Foucier. C.F. Son las siglas de la sociedad Crédit Foncier of England Limited con muchos intereses en los ff.cc. de toda Europa en aquellos años y concesionaria de un crédito a Mould. Y, de otro lado, tenemos la confesión del gerente a la asamblea comunicando que cuentan con el respaldo de la citada casa que se “há espontaneado” (sic) a ofrecernos su mas decidido concurso”. Las siglas M.R. Se refieren D. Eugenio Montero Rios, Presidente del Consejo el día de la inauguración de la línea y que tambien lo sería bajo la dirección de los ingleses, años mas tarde.
Pero
sin duda uno de los mayores golpes que hubo de soportar Mould fue el
dado por el Gobernador civil de la provincia de la coruña,Conde de
S.Juan, al oponerse a restituir a Mould la explotación de la línea
tal como la R.O. del 30 de Julio; pero no bastándole con esta
oposición sino que el propio gobernador cada vez que recibía a
Mould a requerimiento de este lo despachaba diciéndole que había
que esperar al dictaminan de los tribunales de justicia; una y otra
vez,recibía el ingles la misma explicación. Pero, tras la presión
ejercida por Vilardebó, cambia de parecer y se persona el mismísimo
gobernador ante el Juez de 1ª Instancia de Santiago requiriéndole
la inhibición en el caso disputándole el conocimiento del
interdicto en estudio,consiguiendo de tal suerte, suspender las
actuaciones judiciales. Protestó Mould al gobernador,pero fue en
vano,por lo que encaminó sus esfuerzos hacia la justicia
presentando el día 15 de Septiembre ante el juez de Santiago, Miguel
Verdejo Montañana un auto de interdicto sobre el requerimiento de
inhibición del gobernador; declarándose competente el juez y tras
varios considerandos,insta al gobernador para que deje expédita la
jurisdicción del juzgado; la resolución tiene fecha del 25 de
Septiembre de 1875.
En
vista del fallo se apela la sentencia por el Consejo; gozará el
descanso de los justos.
Volviendo
a la Memoria presentada por Vilardebó al Consejo destaca un párrafo
que es aprovechado por Mould para realizar alguna chanza risueña
tratando de buscar en el lector la incredulidad ante lo expuesto; en
este sentido el párrafo elegido es el siguiente:
“Hallánse
también a punto de terminarse el proyecto de edificios para talleres
en Carril,y el de la Estación definitiva en esta ciudad,que
satisfará, sin duda alguna,a las mejores condiciones de su
emplazamiento para el enlace de nuestra línea con la de Coruña”.
Un poco mas adelante continúa:
Un poco mas adelante continúa:
“Hecho
esto y contando con el auxilio del país,nadie como nuestra compañía
estará en actitud de promover las prolongaciones de la línea hacia
Vigo y la Coruña,en propia defensa de sus capitales,etc”.
Como
es de sobra conocido la Estación de Santiago,al que nosotros
dedicamos un capítulo,no será inaugurada hasta la etapa de la
dictadura de Franco,y los talleres de Carril serían construidos por
los ingleses al rayar el nuevo siglo,siendo provisionales,pues al
poco se decidió erradicarlos en Villagarcia. Y lo mismo acontece
con los enlaces con Vigo ,pero sobre todo con la Coruña, que viviría
un autentico via crucis,y no sería inaugurado hasta muchos años mas
tarde. Empero,Mould, como ya señalamos, aprovecha para lanzarle
al gerente,pero sobre todo a la opinión pública, la siembra de la
duda, pues de lo señalado en la Memoria su realización sería una
utopía; dice así:
“Continúa
el gerente desarrollando ante los accionistas bonachones el vistoso
panorama de sus mágicas promesas.
Pero,disipado
el transitorio encanto que produce en el oyente tan deleitable
cuadro,habrá algún sr.accionista de insensible y dura condición,
que fija la escrutadora mirada en el semblante de los respetables
individuos del Consejo,haya creido percibir que a la lectura de este
párrafo de la Memoria evitaban mirarse al rostro,temiendo como los
antiguos augures no poder dominar el movimiento de la risa; y ese
acconista incrédulo necesita darse cuenta de los medios que el
Consejo ofrece no perdonar para llegar a la realización de tan
seductores proyectos. Buscará el Balance; y despues de rectificar
los voluntarios errores que encierra y reconocer el horroroso vacío
de las arcas y de la cartera de la Sociedad, se pregunta: ¿Sería
lícito,aun pudiendo crear o levantar fondos, gastarlos en nuevas
obras cuando todavía estamos adeudando el coste de las ejecutadas y
antes de haber pagado religiosamente al Empresario y a los demás
acreedores?”.
En
cuanto a las prolongaciones ofrece el ingles unas deducciones
preñadas de sentido comun,indicando que para que tales obras se
realicen, tendrán que darse toda una serie hechos que resultaban en
aquellos momentos totalmente inviables; esto es, se tendrían que
concluir los proyectos,que estos fuesen aprobados,obtener la
concesión,si se obtiene esta que la misma venga con subvención y,lo
mas importante,que acudan los capitales para su financiación o que
encuentren otro Mould. Cosa harto dificil.
Al
llegar a este punto sobre las prolongaciones saca a la luz Mould los
recibos de pago realizados por él mismo que sirvieron al gerente
realizar los estudios del trazado de las líneas de Carril a
Pontevedra y,de Santiago a la Coruña,en 1872 y 1873. Efectivamente,
presenta Vilardebó a la imprenta una “Memoria acerca del
Complemento de una vía férrea Transversal de Vigo a la Coruña”.
Estb.tip.de Manuel Mirás y Alvarez en 1873; si bien en su página
final nº 32 firma la citada Memoria con fecha 15 de Octubre de 1864.
En otro punto de este estudio ya habíamos señalado la pretensión
de Vilardebó de tratar un aumento de capital para financiar las
citadas líneas de hasta los 100 millones de reales.
Pero
no hay nada que enfureciera mas al ingles cuando es injustamente
acusado de tratar de causar un daño a Galicia; es en este punto
donde se lanza con crudeza hacia las palabras del gerente mostrando
con documentos,cifras,números,balances,memorias y todos aquellos
otros documentos que guardaba en su poder para demostrar no ya
solo que había sido injustamente apartado la explotación de la
línea, de no haber recibido las cuantiosas sumas que aquella le
adeudaba,de haber empeñado su propio crédito y de haber construido
una línea férrea,como se había comprometido,cuando el país le
había dado la espalda. Cuando Mould se refería en estos términos
hacía incapie en la promesa de la Diputación de la Coruña de
aportar la cantidad de 500.000 reales; veinte años mas tarde seguía
la diputación sin provisionar tal cantidad,si bien figuraba en los
balances de la Compañía del compostelano y había recibido el visto
bueno del Gobierno para que la hiciese efectiva. Para ser
estrictamente justos diremos que 50 años mas tarde la The West
Galicia Railway Company Limited utilizaría la subvención prometida
por la Diputación como uno de sus argumentos para no construir la
Estación de Santiago que se le venía exigiendo.
Pero
tambien otras instituciones,Ayuntamientos,etc,y sobre todo las
fuerzas económicas que negaron su inversión en la empresa.
De
ahí que estuviese tan dolido por las palabras recogidas en la
Memoria y pronunciadas con cierto desdén:
“..la rigurosa medida adoptada como recurso indispensable para salvar los sagrados intereses del país y de la compañía,el sr.Mould debe reconocer que no tiene razón al tachar de injusticia y aun de ingratitud a este país,que le acogió en su seno dándole todos los días pruebas de afectuosa benevolencia”.
“..la rigurosa medida adoptada como recurso indispensable para salvar los sagrados intereses del país y de la compañía,el sr.Mould debe reconocer que no tiene razón al tachar de injusticia y aun de ingratitud a este país,que le acogió en su seno dándole todos los días pruebas de afectuosa benevolencia”.
Pero
no contento con esta especie de argumentación que diera a modo de
justificación para tal acto,el gerente hilvanó su discurso por los
mismos derroteros.
“ Las
pequeñas faltas de cumplimiento de contrato de construcción no las
impute el sr. Mould al país,para deducir de ellas contra el mismo un
cargo de ingratitud,porque fueron en realidad producto de las
circunstancias económicas en que se halló España,y que así
pesaron sobre la compañía ,como sobre el constructor”.
Ante
esto Mould se revuelve manifestando que “por mucho que el ciudadano
honrado ame a su país,no ha de querer proporcionarle ventajas,
cuando el medio directo de obtenerlas consista en la infracción
clara y manifiesta de las leyes de la moral y de la justicia,para
causar la ruina de un particular”
Y es aquí donde muestra el estado de las cuentas reclamando mas de 7 millones de reales que todavía le adeudaban;es decir, le habían pagado otros 7 millones en trece años,un 67% del efectivo recaudado por la compañía,estas cifras llevaban incluidos la cantidad de 3 y medio millones de reales recibidos de la subvención de 5 millones otorgados por el gobierno y que,como señalamos con anteroridad,no podrían ser cobrados, según el Art.4º párrafo 3º,si Mould no concluía las obras.
Y es aquí donde muestra el estado de las cuentas reclamando mas de 7 millones de reales que todavía le adeudaban;es decir, le habían pagado otros 7 millones en trece años,un 67% del efectivo recaudado por la compañía,estas cifras llevaban incluidos la cantidad de 3 y medio millones de reales recibidos de la subvención de 5 millones otorgados por el gobierno y que,como señalamos con anteroridad,no podrían ser cobrados, según el Art.4º párrafo 3º,si Mould no concluía las obras.
Claro
que no se detiene aquí y entonces muestra el Balance de situación
de la Compañía a 31 de diciembre de 1874 entresacado de la Memoria
del citado año. En el figura una partida a favor de Mould de
4.005.932,68 rs
A
lo que hay que añadir por intereses devengados desde el inicio del
contrato y que generaban,segun contrato,el 9% de intereses alcanzando
la suma de 2.145.274 reales. Otra partida por obras fuera de contrato
y reconocidas por la compañía de 1.300.000 reales. Por obras
motivadas por desperfectos a causa del mal tiempo y tan solo
pendientes de la conformidad de los ingenieros encargados que
alcanzaba la cifra de 820.000 reales. Por sentencia firme del
árbitro tercero,si bien sujeto a la valoración última de
péritos, alcanzando la suma de 4.750.000 reales.Amén de otras
cantidades pendientes de juicio arbitral,reclamaciones,perjuicios,y
un largo etcétera,lo cierto es que Mould llegaba con facilidad a la
cifra de mas de 13 millones de reales pendientes de cobro. Ello
explicaría que ante tal panorama nada claro para las expectativas
del gerente decidiera en última instancia hecharse al monte y
quedarse con todo. Y tal vez le hubiera funcionado su plan si
contase con el capital necesario para poder mantener en explotación
la línea pero para sus propio fines e intereses aquella era
deficitaria. De ahí el plan de contingencias,es decir,otros
ingleses que se ocupasen de la vía; pero estos tardarán todavía
algunos años en desembarcar y hacerse cargo del Compostelano entre
otras razones por las disputas jurídicas que se estaban dirimiendo y
cuya resolución les podría perjudicar directamente; de ahí que
optasen por una prudente espera. Tal prudencia fue llevada al
extremo de no querer tener representación en el Consejo aun cuando
este había votado su inclusión. Era cuestión de esperar la
resolución de los distintos tribunales,analizar el fallo y, tras
este, negociar lo que mejor conviniese para sus propios intereses.
Foto: Eugenio Montero Rios.
Mientras
tanto Vilardebó presentaba los resultados de la explotación para
ese año. Era este:
BALANCE
DE SITUACIÓN DEL FF.CC. COMPOSTELANO A
31 DE DICIEMBRE DE
1874.
ACTIVO.
Construcción
gral.de obras y establ. de la línea............ 5.783.909,73 rs
Expropiación
de Terrenos.............................................
478.557,19 “
Estudios
del Proyecto...................................................
49.007,17 “
Inspeccion
del Gobierno...............................................
5.221,07 “
Intereses
Varios.............................................................
144.774,28 “
Accionistas....................................................................
703.962,50 “
Gastos
Grles. de Adm...................................................
375.981,22 “
---------------------------------------------------------------------------------
7.541.413,16 “
PASIVO.
Capital.........................................................................
4.455.000,00 rs
Construcción...............................................................
776.508,17 “
Efectos
a pagar............................................................
224.975,00 “
Empréstitos.................................................................
497.766,94 “
Goizueta
y Cía............................................................
32.850,77 “
40%
rendimts. 1873
Explotación
Gral..... 40% “ 1874............
130.964,94 “
El
Estado....................................................................
1.318.617,28 “
Varios
Acreedores......................................................
104.730,06 “
--------------- -----------------------------------------
7.541.413,16 “
Esta
exposición literal del Balance de la compañía,que fue dado a la
imprenta, y distribuido por los distintos organismos tanto públicos
como privados contiene una alteración que no figuraba el dia de la
celebración de dicha Junta general donde,en el epígrafe de
“Construcción” figuraba “Constructor Mould” y en el de
“Efectos a pagar”,figuraba “Efectos a pagar a Mould”. Estas y
otras irregularidades fueron denunciadas en el acto por varios
accionistas,entre ellos Fernandez y Zurbano,pero lógicamente fueron
desestimadas aun cuando los Estatutos contemplaban en su Art
38, párrafos 2º y 3º la posibilidad de nombrar una comisión para
un mejor examen en caso de que ofreciesen duda la presentación de
las cuentas de la Sociedad.
Estos
defectos en las cuentas de la Compañía fueron puestos en
conocimiento del Juzgado sin la menor dilacción por Mould y en
primera Instancia confesó el gerente la manipulación de los
mismos,si bien,adujo que los efectos prácticos contables no quedaban
en absoluto alterados!!. Palabra de Inocencio.
Concluía
Mould en su Refutación con una doble página mostrando lo que el
denominaba verdadero estado actual del ff.cc.Compostelano donde
exponía sus razonamientos mostrando un total de descubiertos que
alcanzaba la cifra de 53.309.000 reales correspondientes al Debe y un
monto de 28.006.500 reales al Haber. Lo que daba una deuda en contra
de la Compañía de 28 millones de reales,según las cuentas de
Mould, que aportaba una serie de consideraciones a tener en cuenta.
En
este sentido presentaba los gastos anuales en que incurría la
Compañía,tanto en lo concerniente a la explotación y
mantenimiento, como a los intereses y pagos que debía atender. Esta
suma según Mould se elevaba a los 3 millones al año siendo los
productos de explotación de un millón de reales anuales. Como
quiera que en el contrato de arriendo con él figuraba el 60% de los
ingresos brutos dejaba claro que había sido un muy mal negocio.
Indudablemente estas eran las cuentas del Sr.Mould que aunque eran
exactas y claras tambien era patente que a la Compañía con ese
nivel de ingresos no percibiría beneficio alguno en 50 años o más.
En otras palabras,si permitían que se quedase Mould este se
quedaría con toda la línea y aun le adeudarían algo.
Este era realmente el quiz de la cuestión. Apartar a Mould a cualquier precio y de caulquier forma.
Este era realmente el quiz de la cuestión. Apartar a Mould a cualquier precio y de caulquier forma.
Como
resulta evidente hablaba el ingles teniendo en mente varias
cuestiones y no la íntima, propia o personal, sino con un alza de
miras a futuro; de un lado quería influir en los Accionistas,en los
miembros del Consejo,pero tambien en los acreedores,los
jueces,políticos,medios de opinión,empleados y todos aquellos que
pudiesen crear un clima de comprensión e incluso de presión hacia
sus postulados;tampoco olvidaba Mould la presión que ejercía hacia
los nuevos empresarios que se harían con la explotación de la
línea; si las cifras que el presentaban arrojaban sin ningún género
de dudas que la Compañía del Compostelano resultaba irreflotable es
mas que probable que el Consejo y aquellos inversores dieran marcha
atrás; contaba como última baza que los Tribunales de justicia
le dieran la razón.
Pero
pronto vio que estas hipótesis no serían más que eso y el tiempo transcurría inexorablemente. En su contra.
En
medio de esta batalla no solo económica y/o particular se lidiaron
también otras en los medios periodísticos de la época.
Indudablemente como es fácil de presuponer los medios de la capital
santiaguesa estaban de parte del gerente o guardaban el silencio mas
ominoso,con la excepción honrosa de “El Diario de Santiago” que libró una cruenta batalla frente al periodico "El Porvenir" costándole a su Director una condena de destierro;sin embargo la prensa de la Coruña se postulaba a favor de Mould creándose una verdadera guerra que persistiría con el paso de los años dado que el asunto Mould tendría continuidad en los tribunales.
Tras la incautación de la línea comenzó la batalla en todos los frentes; el frente judicial estaba abierto y pronto saltó a los medios periodísticos de la época; como hemos señalado los intereses y las presiones ejercidas por el poder político reinante dueños de casi todo en aquella dias,pocos se atrevían a desafiarlos. Todos excepto un pequeño periódico muy contrario a las tesis de Montero Rios,dueño y señor de Compostela. Era "El Diario de Santiago:De intereses materiales, noticias y anuncios".
Esta polémica no obstante resulta muy reveladora pues acerca pequeños hechos casi detalles mostrando el dia a dia de unos y de otros, que es tanto como decir, de Vilardebó y Mould. En ambos caos se utilizará fragmentos de las últimas memorias de la compañía, pero también, hechos poco conocidos que los protagonistas hacían llegar a ambos periódicos.
Lanzaba El Porvenir estas acusaciones: "El Sr. Mould no facilitaba lo indispensable para las limpiezas de las maquinas. La sección 2ª de la línea estaba en inminente riesgo con la inexplicable aplicación de traviesas de pino del pais. Dedicó una maquina de vapor de los talleres a una fábrica de fundición extraña al servicio de la línea". La replica no se hacía esperar.
Para la limpieza de las maquinas se requería algodón-borra, ante la tardanza del envío solicitado a Inglaterra,se decide utilizar trapos, para lo cual se colocaron anuncios por los alrededores y se contactaron a todos aquellos comerciantes o particulares susceptibles de provisionar tal elemento, una de aquellas personas fue Guillermo Rueda; al final llegarían a Carril. Al incautarse la línea los empleados se apropian de las existencias que Mould tenía en una nave-taller proxima; esto dio lugar a la correspondiente denuncia y la compañía no tuvo mas remedio que pagar la cantidad de 955 reales.
Pero a salido a relucir la " fábrica extraña al servicio". Como ya se contó en otro lugar, los edificios propios de la compañía eran de baja calidad en unos casos o, inexistentes, en otros; no se contaba con una nave de talleres propios por lo que Mould llegó a un acuerdo con una fábrica fundición próxima a la vía alquilando una parte de la misma ( años mas tarde la tal fábrica sería adquirida a nombre de su Madre y,a la muerte de esta, pasaría por herencia a la esposa de Mould, Janet Blyth Rowlinson). Y es allí a donde es trasladada la máquina necesaria para las labores de mantenimiento.
Reprocha El Diario, en su réplica, que al no contar con estos talleres se hubo de mandar tornear las ruedas de las locomotoras a Vigo y a Gijon, con los subsiguientes gastos que ello implicaba para la propia compañía. Y es que esta escasez de medios obligó al Gerente Vilardebó, luego de la expropiación, a rebajar los seis servicios diarios habituales a cuatro. Esto trajo consigo el despido de dos maquinistas de primera que cobraban 12.000 reales de sueldo al año. La insistencia del gerente para que devolviese la maquina tuvo sus efectos,trasladó Mould la maquina a la estación y allí permanecio a la intemperie por largo tiempo, guarnecida por unos trapos.
"Traviesas en mal estado poniendo en riesgo la seguridad de la línea y sus pasajeros". Asi rezaba una de las acusaciones hacia Mould reproducida por El Porvenir.
Según el pliego de condiciones firmado por el constructor en su Art.47 facultaba a este a utilizar traviesas de pino preferentemente del pais, no obstante Mould sabiendo la corta vida de este material utilizó preferentemente roble adquiriendo unas 45.000, y el resto de pino. Las traviesas de los puentes fueron de pino holandes. El coste de las de roble oscilaron entre 18 y 21 reales, y las de pino entre 9 y 11 reales. El total de traviesas utilizadas por el Compostelano hasta finales de 1873 fue de 60.000.
Por otra parte, la Dirección General de Obras Públicas en una circular de la época sobre la construcción con traviesas ordenaba que se deberían colocar a una distancia máxima de 90 cm. entre ejes lo que suponía 8 traviesas por riel. El riel del Compostelano era de 7 metros. Lo que sabemos gracias a esta controversia entre periodicos es que Mould utilizó 9 traviesas por rail, lo que no resulta extraño dado la gran experiencia que atesoraba en todo lo relacionado con el ferro-carril.
El Diario del dia 31 de Octubre de 1976 se despacha a gusto con el Inspector Jefe de la línea Sr Aranceta dedicándole el calificativo de incompetente e inexperto, y al gerente, afeándole que se hiciese pagar asi mismo la cantidad de 3.498,03 pesetas (como así consta en la susodicha Memoria) cuando el Compostelano estaba en suspensión de pagos; y concluye ese número con los lamentos del envíado por los acreedores Crédit Foncier: "muy tarde llamarán a nuestras puertas los capitales tan necesarios para realizar las grandes empresas de que depende el porvenir de Galicia".
Grandes palabras sí,pero solo eso, los acreedores no querían saber nada de la empresa, tan solo, cobrar su dinero y marcharse,y en este ambiente enrarecido,con demandas y pleitos, veían como su inversión se devaluaba y cada dia estaban mas lejos de sus pretensiones.
El ejemplo mas palpable lo encontramos en la Junta General de Accionistas celebrada en Londres en Agosto de 1876; presidida por Cecil Beadon que lo era a su vez del Crédit Foucier, en ella expone:
"Con la administración actual la línea solo rinde para sus gastos y hasta que la reclamación ( Claim) del Crédit Foucier contra el constructor no se establezca legalmente,nuestro agente no puede obtener el dominio (control) sobre el camino, que es lo unico que le permitirá tomar medidas eficaces para mejorar el tráfico y reducir los gastos" Y continúa. " No puedo decir que el ferro-carril de Santiago a Carril se encuentre en muy satisfactoria situación. NOs hallamos envueltos en pleitos en España aunque creo que podremos esperar un dia u otro salvar algo del naufragio. No hay duda que la línea vale si estuviese bien suministrada daría un remanente para pagar el interes sobre sus Obligaciones hipotecarias,sino un dividendo para las Acciones,pero ahora está muy mal manejada ( very badly manogred) y hasta que obtengamos como esperamos una situación legal no abrigo mucha esperanza de que se efectúe ninguna mejora en la administración de la línea. Se nos han dirigido indicaciones para adquirir nuestros derechos e intereses en dicho ferro-carril, habrá que determinar si las condiciones de dichas ofertas son tales que la prudencia justifique aceptar". (%)
(%) Notas recogidas por el Daily News del dia
1o de Agosto de 1876 y reproducidas por El Diario
de Santiago el 21 de Agosto de 1876.
Foto. Ejemplar de El Diario.
Realmente resulta demoledor las palabras de Sir Cecil Beadon; de una parte admite que la línea esta desatendida, de otra que no abriga grandes esperanzas en el Gerente y,de otra,aconseja paciencia mientras el tema se encuentre en los tribunales,si bien todavía es mas sorprendente teniendo en cuenta que al hacerse cargo del Consejo de Administración manifestó haber tomado posesión en la facultad que le confería la casi totalidad del capital en Acciones para echar del Consejo al sr. Mould y a sus amigos y poner en su lugar a los propios agentes del Crédit Foucier y a otros srs. que estaban dispuestos a trabajar en armonía con ellos. Esta manifestación explícita quedó plasmada en la Memoria de la Junta de Accionistas celebrada el 1 de Febrero de 1876. El Credit enviaría a Santiago a Mr. Allan Wilson como representante de la compañía y a un asistente, un joven principiante, llamado J. Trulock. Ambos tendrían plaza en el Consejo de Administración.
Otra de la acusaciones realizadas y expuestas por el suscriptor era la inexistencia de fondos del arrendador para hacer frente a los pagos de las nóminas de sus trabajadores,lo cual era cierto y se llegó a deber tres meses. Para resolver este grave problema Mould encarga a Bertorini que negocie un prestamo de urgencia mientras el se encuentra en Londres. Y asi es. Se firmo un convenio de crédito con los srs. José Mª Cortés y José Canaball,ambos de Carril, a cuenta de los rendimientos futuros de la explotación, recojiendo ademas una serie de recomendaciones a poner en practica para un mejor aprovechamiento de los recursos de la explotación; uno de ellos era el compromiso de reducir los costes del personal en 10.000 reales al mes. La particularidad de este acuerdo residía en que se convertían en banqueros de la compañía haciendo un seguimiento de los pagos que establecían el pago al personal de la misma asi como de material y,de otra parte,se abonaban algunas deudas atrasadas. Fue un pequeño alivio. El convenio se firmó en Carril el 12 de Mayo de 1874. Pero pronto se fue al traste. Debido a las presiones ejercidas por el Consejo de Administración los srs. Cortés y Canabal deciden romper el acuerdo alegando las negras perspectivas de los rendimientos de la línea muy mermados,es cierto,en ese año de 1874.
ominoso,con la excepción honrosa de “El Diario de Santiago” que libró una cruenta batalla frente al periodico "El Porvenir" costándole a su Director una condena de destierro;sin embargo la prensa de la Coruña se postulaba a favor de Mould creándose una verdadera guerra que persistiría con el paso de los años dado que el asunto Mould tendría continuidad en los tribunales.
Tras la incautación de la línea comenzó la batalla en todos los frentes; el frente judicial estaba abierto y pronto saltó a los medios periodísticos de la época; como hemos señalado los intereses y las presiones ejercidas por el poder político reinante dueños de casi todo en aquella dias,pocos se atrevían a desafiarlos. Todos excepto un pequeño periódico muy contrario a las tesis de Montero Rios,dueño y señor de Compostela. Era "El Diario de Santiago:De intereses materiales, noticias y anuncios".
El
periodico El Porvenir se alió muy pronto con las tesis del Consejo de
Administración publicando un artículo titulado "Ignorancia y Osadía" en
Septiembre de 1875. Y esa línea editorial la mantendría en lo sucesivo,
lo que no esperaba es que tuviese contestación en la ciudad de
Santiago,su feudo. Con pequeñas disputas entre artículo y artículo
trascurrio un año; el 30 de Septiembre de 1876 publica nuevo artículo bajo el nombre de "un suscriptor" en el que atacaba directamente al constructor lo que dio pie a que J. Mould redactara un comunicado que fue publicado por El Diario. Resumido.
"Empezaré por decir que el autor al señalar que debo dar por perdida mi
causa no demuestra estar muy hallado de verdad. Mi causa es la del
derecho y la razón. Es, la que respetan todos los hombres decentes que
la conocen a fondo,y la que amparan los Tribunales de Justicia.Estos en
quien tengo toda mi confianza.
Es fácil bajo el anonimato estampar frases huecas y conceptos sin
fundamento,pero a los que tal recurso apelan,llevan en ello su propia
condenación....he de oponer algunas ligeras consideraciones a lo
expuesto en el artículo."
1ª.
El suscriptor anónimo ignora completamente los hechos de lo que
escribe,pues resulta que todos los asertos contenidos en su artículo son
simplemente falsos". En los demas puntos remite Mould a lo expresado
por él en la " Refutación de la Memoria" y tras algunas consideraciones
de valor anticipa que llevará a los tribunales algun otro documento que
todavía no ha sacado a la luz. El comunicado tiene fecha de 2 de
Octubre de 1876
Esta polémica no obstante resulta muy reveladora pues acerca pequeños hechos casi detalles mostrando el dia a dia de unos y de otros, que es tanto como decir, de Vilardebó y Mould. En ambos caos se utilizará fragmentos de las últimas memorias de la compañía, pero también, hechos poco conocidos que los protagonistas hacían llegar a ambos periódicos.
Lanzaba El Porvenir estas acusaciones: "El Sr. Mould no facilitaba lo indispensable para las limpiezas de las maquinas. La sección 2ª de la línea estaba en inminente riesgo con la inexplicable aplicación de traviesas de pino del pais. Dedicó una maquina de vapor de los talleres a una fábrica de fundición extraña al servicio de la línea". La replica no se hacía esperar.
Para la limpieza de las maquinas se requería algodón-borra, ante la tardanza del envío solicitado a Inglaterra,se decide utilizar trapos, para lo cual se colocaron anuncios por los alrededores y se contactaron a todos aquellos comerciantes o particulares susceptibles de provisionar tal elemento, una de aquellas personas fue Guillermo Rueda; al final llegarían a Carril. Al incautarse la línea los empleados se apropian de las existencias que Mould tenía en una nave-taller proxima; esto dio lugar a la correspondiente denuncia y la compañía no tuvo mas remedio que pagar la cantidad de 955 reales.
Pero a salido a relucir la " fábrica extraña al servicio". Como ya se contó en otro lugar, los edificios propios de la compañía eran de baja calidad en unos casos o, inexistentes, en otros; no se contaba con una nave de talleres propios por lo que Mould llegó a un acuerdo con una fábrica fundición próxima a la vía alquilando una parte de la misma ( años mas tarde la tal fábrica sería adquirida a nombre de su Madre y,a la muerte de esta, pasaría por herencia a la esposa de Mould, Janet Blyth Rowlinson). Y es allí a donde es trasladada la máquina necesaria para las labores de mantenimiento.
Reprocha El Diario, en su réplica, que al no contar con estos talleres se hubo de mandar tornear las ruedas de las locomotoras a Vigo y a Gijon, con los subsiguientes gastos que ello implicaba para la propia compañía. Y es que esta escasez de medios obligó al Gerente Vilardebó, luego de la expropiación, a rebajar los seis servicios diarios habituales a cuatro. Esto trajo consigo el despido de dos maquinistas de primera que cobraban 12.000 reales de sueldo al año. La insistencia del gerente para que devolviese la maquina tuvo sus efectos,trasladó Mould la maquina a la estación y allí permanecio a la intemperie por largo tiempo, guarnecida por unos trapos.
"Traviesas en mal estado poniendo en riesgo la seguridad de la línea y sus pasajeros". Asi rezaba una de las acusaciones hacia Mould reproducida por El Porvenir.
Según el pliego de condiciones firmado por el constructor en su Art.47 facultaba a este a utilizar traviesas de pino preferentemente del pais, no obstante Mould sabiendo la corta vida de este material utilizó preferentemente roble adquiriendo unas 45.000, y el resto de pino. Las traviesas de los puentes fueron de pino holandes. El coste de las de roble oscilaron entre 18 y 21 reales, y las de pino entre 9 y 11 reales. El total de traviesas utilizadas por el Compostelano hasta finales de 1873 fue de 60.000.
Por otra parte, la Dirección General de Obras Públicas en una circular de la época sobre la construcción con traviesas ordenaba que se deberían colocar a una distancia máxima de 90 cm. entre ejes lo que suponía 8 traviesas por riel. El riel del Compostelano era de 7 metros. Lo que sabemos gracias a esta controversia entre periodicos es que Mould utilizó 9 traviesas por rail, lo que no resulta extraño dado la gran experiencia que atesoraba en todo lo relacionado con el ferro-carril.
El Diario del dia 31 de Octubre de 1976 se despacha a gusto con el Inspector Jefe de la línea Sr Aranceta dedicándole el calificativo de incompetente e inexperto, y al gerente, afeándole que se hiciese pagar asi mismo la cantidad de 3.498,03 pesetas (como así consta en la susodicha Memoria) cuando el Compostelano estaba en suspensión de pagos; y concluye ese número con los lamentos del envíado por los acreedores Crédit Foncier: "muy tarde llamarán a nuestras puertas los capitales tan necesarios para realizar las grandes empresas de que depende el porvenir de Galicia".
Grandes palabras sí,pero solo eso, los acreedores no querían saber nada de la empresa, tan solo, cobrar su dinero y marcharse,y en este ambiente enrarecido,con demandas y pleitos, veían como su inversión se devaluaba y cada dia estaban mas lejos de sus pretensiones.
El ejemplo mas palpable lo encontramos en la Junta General de Accionistas celebrada en Londres en Agosto de 1876; presidida por Cecil Beadon que lo era a su vez del Crédit Foucier, en ella expone:
"Con la administración actual la línea solo rinde para sus gastos y hasta que la reclamación ( Claim) del Crédit Foucier contra el constructor no se establezca legalmente,nuestro agente no puede obtener el dominio (control) sobre el camino, que es lo unico que le permitirá tomar medidas eficaces para mejorar el tráfico y reducir los gastos" Y continúa. " No puedo decir que el ferro-carril de Santiago a Carril se encuentre en muy satisfactoria situación. NOs hallamos envueltos en pleitos en España aunque creo que podremos esperar un dia u otro salvar algo del naufragio. No hay duda que la línea vale si estuviese bien suministrada daría un remanente para pagar el interes sobre sus Obligaciones hipotecarias,sino un dividendo para las Acciones,pero ahora está muy mal manejada ( very badly manogred) y hasta que obtengamos como esperamos una situación legal no abrigo mucha esperanza de que se efectúe ninguna mejora en la administración de la línea. Se nos han dirigido indicaciones para adquirir nuestros derechos e intereses en dicho ferro-carril, habrá que determinar si las condiciones de dichas ofertas son tales que la prudencia justifique aceptar". (%)
(%) Notas recogidas por el Daily News del dia
1o de Agosto de 1876 y reproducidas por El Diario
de Santiago el 21 de Agosto de 1876.
Foto. Ejemplar de El Diario.
Realmente resulta demoledor las palabras de Sir Cecil Beadon; de una parte admite que la línea esta desatendida, de otra que no abriga grandes esperanzas en el Gerente y,de otra,aconseja paciencia mientras el tema se encuentre en los tribunales,si bien todavía es mas sorprendente teniendo en cuenta que al hacerse cargo del Consejo de Administración manifestó haber tomado posesión en la facultad que le confería la casi totalidad del capital en Acciones para echar del Consejo al sr. Mould y a sus amigos y poner en su lugar a los propios agentes del Crédit Foucier y a otros srs. que estaban dispuestos a trabajar en armonía con ellos. Esta manifestación explícita quedó plasmada en la Memoria de la Junta de Accionistas celebrada el 1 de Febrero de 1876. El Credit enviaría a Santiago a Mr. Allan Wilson como representante de la compañía y a un asistente, un joven principiante, llamado J. Trulock. Ambos tendrían plaza en el Consejo de Administración.
Otra de la acusaciones realizadas y expuestas por el suscriptor era la inexistencia de fondos del arrendador para hacer frente a los pagos de las nóminas de sus trabajadores,lo cual era cierto y se llegó a deber tres meses. Para resolver este grave problema Mould encarga a Bertorini que negocie un prestamo de urgencia mientras el se encuentra en Londres. Y asi es. Se firmo un convenio de crédito con los srs. José Mª Cortés y José Canaball,ambos de Carril, a cuenta de los rendimientos futuros de la explotación, recojiendo ademas una serie de recomendaciones a poner en practica para un mejor aprovechamiento de los recursos de la explotación; uno de ellos era el compromiso de reducir los costes del personal en 10.000 reales al mes. La particularidad de este acuerdo residía en que se convertían en banqueros de la compañía haciendo un seguimiento de los pagos que establecían el pago al personal de la misma asi como de material y,de otra parte,se abonaban algunas deudas atrasadas. Fue un pequeño alivio. El convenio se firmó en Carril el 12 de Mayo de 1874. Pero pronto se fue al traste. Debido a las presiones ejercidas por el Consejo de Administración los srs. Cortés y Canabal deciden romper el acuerdo alegando las negras perspectivas de los rendimientos de la línea muy mermados,es cierto,en ese año de 1874.
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